Alisios



Detrás del umbral de una ausencia entreabierta por la culpa de un cerrojo que se niega a sí mismo.

El espacio es lo suficientemente estrecho para dejar colar el brillo de una idea nocturna venida a menos.

Parece ser necesario que una brisa atrevida se arriesgue a hacer lo que otros no pueden, o quieren.

Dependiendo de la dirección del viento, se cerrará o se abrirá la no presencia.

Tal vez pueda quedarme yo con la negación golpeada en la frente, por el portazo de una acción inconclusa.

¿Acaso alguien sospecha de qué lado vendrán los alisios?

Solo al menos para quedarme adentro.

Aún.



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