Inmerso en las profundidades carnosas de tus labios.
Gravito entre tus silencios míos.
Tus palabras las absorbo entre el delirio del deseo no consumado.
Cavilo entre tus cejas.
Me pierdo entre los pliegues de tu frente.
Me zambullo en el iris de tus ojos.
Y el éxtasis es solo una antesala.
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