Mi Averno



Basta con el espacio de cuatro paredes,

sin techo,

sin piso,

sin puerta que permita la salida,

sin ventanas.

Solo una gárgola será mi desagüe.



Los sonidos, por mí, que se incrusten en los rincones,

que los recuerdos se cuelguen de algún clavo oxidado, 

maltrecho por el peso de mi mente.



Los cuadros del pasado están rotos,

cremados por algún mal razonamiento,

tirados con los despojos, 

basura mía, que aún conservo.



El silencio de este espacio 

hace suficiente estrépito.



La oscuridad me ciega,

Alucino con la nada y el vacío de mí.



El sueño ya no existe.

Me abandonó para irse a otro tálamo.

Solo pernocto acompañada de un olor a azufre

que me marea, 

me aturde. 



Él,

es mi compañía.



El recuerdo de mi infierno.



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