Mi Espectáculo

 


Con las rodillas clavadas en la arena del ruedo. 


Estoy esperando la envestida del toro. 

No hay trapo de color grana que me sirva para engañarle.



Le espero con los ojos cerrados, sus bramidos se escuchan a distancia.

El peso de sus cascos en el suelo, el golpe será señal de cercanía.



La gente observa en silencio.



Es un foro romano a la expectativa, anhelando el derramamiento de sangre,

la mía. 



Aplauden mi debilidad, pero no valoran mi entrega.



Solo se ríen, mientras el astado me holla, y me engarza con sus pitones, hasta hacer de mí sólo jirones de piel. 



Pedazos míos regados, confundidos con la arena.



Y muero 

porque me da la gana...


Fin del espectáculo.



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