(Poema a mi madre)
No solo nací de tu vientre
nací del dolor de la dicha,
del amor y del milagro.
Me pintaste las sonrisas
y yo las lave con lágrimas de vida.
Me arrullaste con tu corazón latiente
y con el somnífero néctar de dos lunas tibias.
Tus labios formaron un cráter por el cual corría
la más tierna lava de palabras y susurros.
Fuiste la fértil tierra
y yo la semilla esperada.
Crecí en ti y por ti.
Fui el frágil velero que se meció
en el mar de tus brazos.
Calmaste las tormentas
y diste a luz mis más hermosos recuerdos.
Habité en ti, y aún habito habitando tú en mí.
Escogí entre muchas,
y te elegí.
Y si el reloj que dicta las horas de la existencia
comenzara a mover nuevamente sus manecillas,
después de mi muerte para volver a vivir,
mi primer deseo de vida ante la luz naciente
sería volver a nacer de ti,
a nacer de tu vientre.
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