Como una orilla de mar serena,
con mis pies dentro de ella.
Brisa que del océano lejano llega,
y me roza suave y fresca.
En lo distante el horizonte avisa,
del amanecer mañana viva.
Sol que despunta y mira,
que promete con rayos vida.
De las rocas el rompe olas,
y en el cielo agitadas gaviotas.
El llamado del agua marina ruge,
a su sonido mi cuerpo cruje.
De la espuma un recuerdo mío,
ya solo soy un olvido.
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